miércoles, 23 de noviembre de 2011

Encuentros con tejones (I)

Encuentros con tejones (I)

Un atardecer lluvioso del mes de Mayo, en el claro de un quemado en medio del pinar, entre pimpollos, matas de cantueso aún sin flor y retamas, un joven tejón distraído caminaba hacia donde yo me encontraba.
Seguía, con su trote característico de cabeza gacha, un camino arenoso.
Se entretenía husmeando aquí y allí. Se detuvo al lado de un pino, comisqueo algo… volvió al camino sin apercibirse de nuestra presencia y apenas a dos metros del perro, se paró en seco.
Se erizó, estiró las patas delanteras y emitió un bufido. Lo vi dispuesto a arremeter contra el perro y en ese momento decidí espantarlo.
Se retiro a regañadientes  a una espesura en donde pude observarle a placer.
Se ovilló intentado pasar desapercibido, mirándome con los ojillos algo nublados. Temeroso, de vez en cuando se sacudía pues continuaba lloviendo. Poco a poco, logre acercarme hasta casi tocarlo.
Le deje marchar. Fue desapareciendo entre unas aulagas, recuperando su rumbo como si nada hubiese ocurrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario