viernes, 1 de julio de 2011

LAS CONSTRUCCIONES ARBORÍCOLAS. (parte I)

1. Introducción a las construcciones arborícolas:

[…] En la obra de D. H. Lawrence podemos encontrar varias páginas donde el soñador vive la metamorfosis en árbol. Por ejemplo (Fantasía del inconsciente):
“Quisiera ser árbol unos instantes… Vela allí  como una torre, y yo, sentado , me siento al abrigo. Me gusta sentir que vigila y que me cubre…” A Lawrence le gusta sentarse en las raíces, acurrucarse allí, adherido a un cuerpo poderoso, y no preocuparse ya de nada… “Heme aquí entre los dedos de sus pies como un insecto de los bosques, y el, silenciosamente, me cubre. Siento la masa y el surtidor de su sangre… se vuelve hacia dos direcciones distintas. Con un impulso prodigioso, se proyecta hacia abajo, hasta el corazón de la tierra, allá donde los hombres muertos se hunden en la oscuridad, en el subsuelo denso y húmedo, y por otra parte, se vuelve hacia las alturas del aire…” […]

Gastón Bachelard citando a D.H. Lawrence.

Pino en Glengarif, Irlanda.

La significación e importancia del árbol esta fuera de toda duda; podemos acudir, por ejemplo, a los textos de Gastón Bachelard para ver reflejada la compleja, completa y primordial relación entre el pensamiento del hombre y el árbol como concepto o como concreción, singular e identificable.
Respecto a la casa, choza, nido, refugio… podemos decir mas o menos lo mismo; existe desde antiguo una abundante literatura que desmenuza, analiza históricamente y poetiza estos términos.
Cuando juntamos las dos palabras, casa-árbol, las evocaciones se matizan y se perfilan dirigiéndonos hacia nuevos caminos sin olvidar por completo los antiguos ya recorridos.
Hoy por hoy, la casa en el árbol, la construcción arborícola, se presenta como un concepto ambiguo; pues de igual manera que nos conecta estrechamente con lo natural nos hace colonizadores y transformadores, algo conflictivo en los tiempos que corren en los que los “campos humanean”.
El cómo hacer posible esto, el habitar una casa en un árbol sin colonizarlo o “humanerarlo”,  es un reto que muy bien puede afrontar el arte y este es, tal vez, el asunto último de este texto.

2. ¿Que nos impulsa a construir en un árbol?:

Orangután de las Selvas de Borneo.

Sabemos que gorilas, chimpancés y otras especies forestales cercanas al hombre ubican sus nidos en lo alto de los árboles.
La altura de la construcción arborícola facilita la observación, la vigilancia y el control sobre el entorno; de esta manera  chimpancés y gorilas se alejan de los predadores y demás animales molestos como parásitos , serpientes e insectos. Igualmente los árboles los aíslan de las condiciones del suelo: de la humedad, el polvo, etc.
Resumiendo, estas especies forestales eligen la construcción sobre árbol por cuestiones de aislamiento y confort, seguridad y control.
Nosotros, los humanos, ya no vivimos exclusivamente en medios forestales; de construir un dormidero en lo alto de un árbol hemos pasado a abrir un claro en la espesura y de ahí, a construir un poblado y luego una ciudad.
Ahora tenemos el bosque al lado, no muy alejado de nosotros, aunque ya no vivamos en su interior.
La sensación de seguridad que nos aportaba la cercanía de un buen árbol permanece en nosotros. Sin embargo construir ahora sobre un árbol, está más vinculado al mundo de lo imaginario que al de la necesidad; la cabaña sobre un árbol no sirve tanto para vivir como para retornar.

¿Árborícolas Tasaday?
















3. Analogías entre las construcciones arborícolas humanas y las de otros animales:

Las similitudes en cuanto a forma entre el habitáculo humano y el animal son conocidas desde antiguo.
El hombre no es capaz de inventar desde la nada; siempre copia, imita y maneja lo que se encuentra.
La misma cabaña primitiva, de planta circular, con cubierta entretejida de materias vegetales sobre estructura de ramas;  parece una reinterpretación del nido de ave para otras necesidades.

Cabaña primitiva en construcción.














Los pájaros son los maestros consumados de la construcción arborícola.
Las innumerables especies han desarrollado numerosas tipologías de nidos; desde el nido común en forma de dedal o de cuenco, pasando por los nidos en forma de bola con una abertura simple o en forma de tubo, los nidos múltiples o los gigantescos con capacidad para varios hombres.

Tipos de nidos.
















Los pájaros también han desarrollado nidos en las entrañas del árbol, como por ejemplo las cámaras esféricas con acceso sencillo pertenecientes a los pájaros carpinteros.
Paralelamente, ardillas y otros mamíferos incapaces de perforar la madera, aprovechan oquedades en los troncos, que son tapizadas con hierbas y otras materias confortables y aislantes, para cobijarse o sacar adelante a su prole.
Una vez conocido este repertorio de formas y soluciones, el hombre consideró que eran soluciones sencillas y eficaces para la construcción de habitáculos y cobijos frente a los mismos problemas  que el se encontraba en su medio: la intemperie con las inclemencias del tiempo, el aislamiento del terreno, la vigilancia y el control, la higiene y las comodidades…
Proliferan así, en la construcción arborícola humana, las plataformas de observación con barandilla al modo de nidos; las formas esféricas, poliédricas y globulosas, amarradas o suspendidas; la formas ameboides con varias aberturas; los materiales ramosos y leñosos, las maderas en todas sus calidades y las pequeñas cabañas de bosque derivadas de la primitiva choza.

4. Las características generales de los árboles como soporte:

- La forma:
Cada árbol, según su especie, tiene unas características y un aspecto o porte propio y único; esto provoca que sea imposible proyectar la construcción arborícola de antemano pues debemos conocer y estudiar previamente el ejemplar arbóreo.
La construcción arborícola tiene dos posibilidades básicas, una adaptación radical a la forma del árbol en todas sus partes o bien la inserción de una forma autónoma y la adaptación de los “accesorios”.
Podemos diseñar un habitáculo expresamente para una configuración de ramas, copa, tronco, ubicación y orientación…
Pero también, podemos plantear un habitáculo tipo, independiente totalmente del árbol, y luego adaptar los anclajes, soportes y añadidos; de esta manera aparecerán escaleras, pilares, terrazas y barandillas que siguen los contornos de las ramas, el tronco, etc.

- El tamaño:
Este aspecto es estructuralmente importante (por el peso de lo construido y la capacidad de resistencia del árbol) y también es importante en cuanto a la proporción de lo construido respecto al soporte-árbol.

- La altura:
Importante en cuanto a las vistas, la sensación de seguridad o no, y la accesibilidad.
Surgen de aquí, terrazas, pasarelas y sobre todo escaleras y ascensores.

- Los materiales:
Se adaptan bien a la construcción arborícola todo tipo de maderas, cordajes y elementos elásticos, ligeros, de ensamblaje...
El árbol se mueve, y algo pétreo y rígido no se adaptaría bien, pesaría demasiado y sería difícil de ejecutar…

- El árbol está vivo:
Por lo tanto la construcción deberá tener en cuenta el crecimiento del ejemplar arbóreo y sus ciclos vitales, deberá permitir que reciba el agua que necesite y deberá tener en cuenta la renovación de su follaje.
Como el árbol tiene una vida limitada, nuestras construcciones deberá tener en cuenta este asunto y puede que solo tengan sentido durante algunos breves años.

- Los árboles pueden estar lejos de lugares habitados:
Nuestras construcciones tal vez no tengan saneamientos, ni suministros de ningún tipo y el acceso a ellas será dificultoso.

- Los árboles serán frecuentados por otros animales:
Tendremos que acostumbrarnos a convivir con pájaros, insectos, algunos mamíferos y todas aquellas formas de vida que frecuentan el bosque y el árbol.

-La ubicación:
Evidentemente tendremos en cuenta la ubicación del árbol.
Podemos encontrar al menos cinco ubicaciones características: ejemplares singulares en el interior de un bosque extenso, ejemplares no destacados en un bosque extenso, ejemplares en las lindes del bosque, ejemplares en un bosque isla y finalmente ejemplares aislados. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario